Tiene el gaucho oriental los caracteres físicos y psíquicos de los progenitores, en consorcio con el medio en que nace y se forma. Es, por lo general flaco, cetrino,y barbudo pero los hay lampiños y de pelo lacio; y los hay rubios y de ojos zarcos, abarcando toda la escala de la mestización que va del indio crudo al conquistador íbero-germano.
La vida ecuestre, la alimentación carnívora, la ruda intemperie, los vientos tónicos del Océano y de la Pampa, le crían magro, duro, ágil, y de contextura biliosa. Unos sujetan las crines recias con la vincha del indio, otros ponen sobre su suelta melena el sombrero panzurro; algunos llevan el broncíneo torso desnudo, otros se cubren con camisas o ponchos; todos usan la bota de potro y el chiripá.
El desierto y la soledad le hacen taciturno y silencioso.
La libertad y la abundancia le hacen altivo, hospitalario y leal. La hostilidad permanente con la policía española, y la lucha con las bestias bravías, le dan coraje, audacia, desprecio por la vida propia y ajena... Se acostumbra a morir sin pena y matar sin asco.
Del conquistador recibe el caballo y la guitarra; del indio, el poncho, la vincha, el mate y las boleadoras.
Su lengua es la mezcla del castellano arcaico del siglo XVI, con elementos indígenas, a los que se le agregan más tarde voces portuguesas y africanas; los giros del lenguaje son propios y se expresa generalmente por imágenes. El refrán es su forma típica de respuesta.
Su género de vida requiere una cualidad primordial : el coraje. El valor se hace así su culto supremo, y la mayor ignominia que concibe es ser maula. Como no hay en su existencia ni ley ni jueces, la justicia se hace por su propia mano...
ESTA PINTURA:"Baile en la Estancia" óleo de Pedro Figari
ResponderEliminarEn la campaña oriental el gaucho es habitualmente reservado y respetuoso; sólo cuando ha tomado algunas copas busca pendencia. Pero el juego y las mujeres suscitan a menudo disputas y rivalidades y éstos son los motivos más frecuentes del duelo...
Otra cualidad que el gaucho admira en grado sumo y da prestigio en los campos es la poesía. Todo gaucho toca la guitarra y sabe cantar una copla; pero el payador, el cantor ingenioso o inspirado, el que anda de pago en pago, con su guitarra y su aventura a la espalda, haciendo reir y llorar a las almas rudas, el que se pasa las horas enteras improvisando coplas al son del bordoneo en medio de un atento círculo de auditores, ese es la flor del gauchaje, un aristócrata, agasajado por los hombres, requerido por las mujeres, para quien son los mejores puestos y los mejores bocados. Tal es el gaucho cuando aparece en escena...
Museo del Gaucho : Montevideo, Uruguay